CIUDADANOS
Monarquia parlamentaria o República
Tanto una república como una monarquía pueden ser tanto perfectamente democráticas como perfectamente antidemocráticas.
Se puede estar a favor o en contra de tal forma política, porque en efecto se le pueden encontrar tanto ventajas como inconvenientes, pero habiendo sido votada, como lo fue en nuestro caso, y siendo parlamentaria, no cabe calificarla de antidemocrática.
muy por encima de si España se define en su Constitución como una monarquía o una república, me parece inmensamente más importante que se defina -como así lo hace antes que cualquier otra cosa- como un Estado social y democrático de derecho, cuya soberanía reside en el pueblo, y son esos principios básicos, y no otros, los que deben servir para construir nuestra sociedad, con monarquía o con república.
Estado autonómico, federal o centralizado
1.El ciudadano es el sujeto político.
Desde la óptica de C’s, que el modelo de Estado sea unitario o federal no es lo fundamental; lo importante es que el Estado, independientemente de su organización territorial, haga del ciudadano el sujeto político, atienda y resuelva sus problemas, garantice de manera efectiva la igualdad de derechos y oportunidades y amplíe su libertad.
2.La autonomía territorial estará siempre subordinada a la mejor defensa de la libertad del ciudadano y de sus derechos políticos y sociales y a la mayor eficacia en la prestación de los servicios públicos.
En ningún caso la descentralización política (tampoco la centralización) puede ser un fin en sí mismo independiente de los criterios de interés para los ciudadanos o eficacia en la prestación de servicios públicos; para conseguir esos objetivos deben orientarse los recursos económicos, financieros, humanos, materiales y legislativos.
El Estado debe estar al servicio de los ciudadanos. Defendemos el Estado Autonómico, pero con reformas.
-Clarificaremos qué competencias corresponden a cada Administración.
-Controlaremos el gasto de las administraciones limitando su capacidad de endeudamiento.
-Reduciremos la estructura política y administrativa.
-Daremos más autonomía local para resolver los problemas cotidianos de los ciudadanos.
-Potenciaremos la colaboración y lealtad mutua entre las CCAA y el Estado.
-Reformaremos el Senado, y si no cumple sus funciones, lo suprimiremosIndependencia
A los ciudadanos solamente nos cuentan la supuesta parte positiva de la independencia, principalmente, que todos los impuestos recaudados se quedarían en Cataluña, lo que permitiría retrotraer todos los recortes presupuestarios introducidos en los servicios públicos (educación, sanidad, servicios sociales, etc.), cuando no directamente mejorar la prestación de los mismos. Los famosos 16.000 millones de euros. Sin embargo, el “dividendo de la independencia” estaría lejos de que pudiera materializarse, al menos en un futuro próximo, tanto porque en la actual situación económica el déficit de la Generalitat con el Estado es muy reducido en términos de flujos monetarios como por las consecuencias que un proceso de independencia acarrearía: reducción del comercio y las inversiones, deslocalización de empresas, etc.